La vida de los trabajadores freelance, o de las personas autónomas, suele ser considerada como una ventaja. Al comenzar a trabajar bajo esta modalidad, suelen sentirse a gusto y felices de poder contar con flexibilidad de tiempo. A esto se añade la posibilidad de trabajar en un entorno cómodo y no tener que lidiar con ciertos conflictos relacionados con la movilización hacia una oficina o sitio de trabajo.
Pero después de un tiempo, este pensamiento puede ser alterado. Una de las consecuencias más notables es que la productividad del trabajador freelance empieza a disminuir.
La Asociación Estadounidense de Psicología (APA) explica que sus principales quejas van relacionadas con el aislamiento, la inestabilidad y los plazos límites de entrega.
Consecuencias en rendimiento
La falta de interacción con otras personas es una de las cuestiones que afecta al rendimiento. Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Pensilvania reveló que ese aislamiento limita en gran medida la capacidad de innovar. Se debe a que hace falta retroalimentación en las tareas. A largo plazo, afecta de forma negativa a la aparición de nuevas ideas, a la creatividad y a la toma de decisiones.
Sin embargo, también se revela que el trabajo a distancia, cuando se realiza solo una o dos veces a la semana, puede resultar beneficioso. Aumenta la motivación y la productividad en los empleados.
Consecuencias en la salud
Vivek Murthy -psicólogo- en su ensayo “El trabajo y la epidemia de la soledad”, revela que esta condición también puede ocasionar graves consecuencias en la salud. Principalmente, se asocia con problemas cardiovasculares, de depresión, de ansiedad o incluso de demencia.
Por otro lado, puede afectar al sistema inmune de tal forma que incluso un resfriado común resulte riesgoso. Existen estudios que aseguran que la soledad puede aumentar el riesgo de mortalidad de la misma forma en la que lo hace la obesidad.
Por ello, hay algunos autónomos que han optado por trabajar en espacios de co-working. La presencia de una rutina a seguir, combinada con la interacción social puede evitar la aparición de algunos problemas asociados con la soledad y evita la disminución en la productividad.
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Hace una año dejé mi trabajo y me he puesto a trabajar por mi cuenta. Y me siento identificado con algunas de las cosas que comentáis, aunque me parece que habéis terminado exagerando un poco.
Lo cierto es que a mi me ha ayudado mucho acudir a terapia, sobretodo por el cambio de trabajar en una oficina en contacto con gente a diario a estar solo todo el día sin ningún contacto con nadie.
Mi psicóloga me ha ayudado mucho con la terapia