En ocasiones no es posible predecir algunos gastos en economías familiares: la prima de un seguro que habíamos olvidado, una multa, la necesidad de comprar ropa para una celebración, una factura de electricidad inesperadamente elevada, unas vacaciones que no habíamos planificado, pero para las que requerimos efectivo de forma inmediata… son muchas las situaciones que se pueden presentar de forma imprevista.
Ante gastos de estas características y la necesidad inmediata de liquidez, la mejor alternativa que existe hoy en día para particulares son los créditos rápidos online. Estos préstamos se han convertido en la opción ideal tanto para familias como para emprendedores.
Ventajas de los créditos rápidos online
Este tipo de préstamos nacieron con el auge de Internet y del mundo virtual y constituyen un recurso financiero muy útil. Pedir un crédito rápido online tiene numerosas ventajas frente a los préstamos tradicionales ofrecidos por las entidades bancarias, y se pueden resumir en las siguientes:
- No hace falta papeleos. Este tipo de créditos no implican tener que entregar numerosos papeles y documentos para justificarlos. No hace falta aval para pedirlos ni largos trámites.Son solicitados por Internet y puede hacerse desde la comodidad del hogar, en unos pocos minutos.
- Concesión rápida. Los préstamos convencionales tardan bastante tiempo en ser concedidos. En comparación, los créditos rápidos online pueden llegar a ser concedidos en cuestión de horas. Si el gasto que se quiere hacer frente necesita de un pago inmediato, estos créditos resuelven el problema casi de modo instantáneo.
- Son seguros. Los trámites que se realizan desde Internet son seguros y cuentan con todos los protocolos de privacidad.
- Se adaptan a múltiples necesidades. En la actualidad, hay muchos tipos de créditos rápidos online por lo que el usuario puede encontrar sin dificultad el que mejor se adapte a sus circunstancias particulares.
Cantidades y requisitos de los créditos rápidos online
Las cantidades que suelen prestarse en este tipo de créditos oscilan entre los 500 y 2.000 euros, en términos generales. Para pedirlos, los requisitos generales son sencillos: DNI, breve información laboral y de ingresos económicos y estimación aproximada de los gastos mensuales del usuario. Además, algunos de estos créditos pueden ser también pedidos por usuarios que figuren en las listas de morosos. Si un sujeto aparece en los registros de ASNEF, significa que tiene alguna deuda contraída con entidades bancarias, aunque esta deuda sea de escasa cuantía.
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