Uno de los emprendedores más famosos de la historia es el fundador de Apple, Steve Jobs.
Este personaje es considerado uno de los empresarios más exitosos que se haya visto en los últimos años, y no solo fundó la compañía que hoy vende computadores, teléfonos, tablets y reproductores de música con impresionantes criterios de estética, sino que también fue el creador de otros dos grandes emprendimientos: NeXT y Pixar.
Steve Jobs fue dado en adopción por su madre, quien exigió que el niño fuese entregado a una familia con abundantes recursos económicos, dado que quería asegurar que él fuese a la universidad. No obstante, la familia elegida desistió en último instante y el niño quedó en manos de dos trabajadores.
Ellos usaron sus ahorros para enviar al joven Steve a la universidad y él, tras intentar adaptarse, se retiró. Según él mismo relata, fue lo mejor que pudo pasar.
La caligrafía que marcaría la diferencia
Una vez que se retiró, Jobs intentó varias cosas más o menos desconectadas entre sí, y al cabo de unos meses decidió hacer un curso de caligrafía. “Era sutilmente bello, histórica y artísticamente, de una forma que la ciencia no puede capturar, y lo encontré fascinante. Nada de esto tenía ni la más mínima esperanza de aplicación práctica en mi vida. Pero diez años más tarde, cuando estábamos diseñando el primer ordenador Macintosh, todo eso volvió a mí”, comenta Jobs en un discurso que ofreció alguna vez.
Las Macintosh fueron ordenadores que se hicieron con un criterio estético insuperable, así que fueron muy agradables a la vista desde un principio. Antes, todos los ordenadores tenían letras formadas por unos pocos puntos, y Macintosh ofreció letras como las de los libros. Windows copió la idea, y hoy todos los sistemas apuestan a una estética refinada gracias a aquel curso que hizo Jobs.
Pero él también tuvo el tino para detectar las necesidades de la gente y cubrirlas; para adelantar tecnologías y crear nuevos objetos. Con todo, en 1985, cuando la compañía valía 2 mil millones de dólares, fue apartado de Apple. Ese mismo año recibió la Medalla Nacional de Tecnología de manos del presidente de EEUU.
La belleza siguió siendo el norte creativo
Tras salir de Apple, Steve Jobs no estaba acabado. Creó la empresa NeXT y también Pixar, que se convirtió en la primera en realizar un largometraje animado. Más adelante, Apple compró a NeXT y así él volvió a su casa. Pixar fue adquirida por Disney y Steve se convirtió en dueño del 7% del gigante cinematográfico.
En una de sus últimas entrevistas, se le preguntó si realizó un estudio de mercado antes de lanzar el iPad. El respondió que no: “No es trabajo de los consumidores saber qué quieren. Es difícil que te puedan decir qué quieren cuando nunca han visto nada ni remotamente parecido a lo que tú ofreces”.
En 1982 fue el joven más rico del mundo, en 2007 el empresario más poderoso, y en 2009 fue elegido Empresario de la Década por la revista Fortune. Lamentablemente, su estrella empresarial no lo acompañó en la salud, y Jobs falleció en 2011 debido a las complicaciones de un cáncer de páncreas detectado en 2004.
Su fortuna personal llegaba a 8.300 millones de dólares y todo, absolutamente todo, había comenzado con la intención de hacer un ordenador que respetase criterios estéticos. ¡Punto para el curso de caligrafía!
