Según el famoso filósofo Luis Martín Cabiedes, nacido en España en 1960, los inversores están cansados de escuchar las mismas presentaciones aburridas que intentan vender cuál es el gancho del proyecto, porqué deberían apoyarlo, qué beneficios estarían desarrollándose y cuáles serían los riesgos para las empresas.
Por eso, en ésta ocasión queremos presentarte una alternativa diferente que podría ayudarte a destacar sobre la competencia.
¡Rompe el molde!
Lo que realmente hace interesante a los vendedores y emprendedores es la forma en la que comunican el mensaje. Es importante crear proximidad con los inversores, que nuestro producto pueda ser una opción atractiva y que se encuentre al alcance del consumidor.
El conferenciante Manuel Oliver Rueda piensa que el problema radica en la predisposición que el expositor tiene de presentar su idea en una charla de unos 3-5 minutos realizada con mucha formalidad.
Rueda cree que lo importante es romper esa pared invisible entre los ejecutivos y el comerciante, de manera que podamos plantear nuestra como si lo hiciéramos con un amigo.
3 conceptos para triunfar
Es aquí cuando la cosa se torna divertida, coge papel y lápiz para comenzar a escribir esta serie de consejos de manos del experto.
1. El planteamiento
Debes enfocarte en destacar 2 o 3 bondades de tu proyecto, no más. Recuerda que contamos con poco tiempo y que no queremos aburrir a nuestros financieros.
2. El objetivo
Según Rueda, debemos asociar nuestra idea con los sentimientos que deseamos sembrar en los inversores. Debemos enamorarlos a través de la empatía, “compramos por emociones más que por necesidad”.
3. La historia
Fortalece tu mensaje con elementos creativos, emplea música, ambientación y comunica a través de todos los recursos posibles.
Lo importante, más allá de que te den el esperado “sí”, es hacer que te recuerden por lo que contaste y por cómo lo hiciste. Al hacerlo bien, da por hecho que buscarán la forma de contactarte.
La mitad del éxito de tu presentación depende de cuán arriesgado seas a la hora de romper moldes. Sabemos que hablar en público no es fácil, pero si tu proyecto es realmente bueno y demuestras seguridad en ello, lo más probable es que tus inversores caigan a tus pies tras tu presentación. En lugar de contar que eres diferente, demuéstralo. ¡Arriésgate!