El auge de las ventas online y la mundialización del consumo de productos de toda índole no sólo ha permitido la masificación del ejercicio de compra-venta, alcanzando públicos lejanos y masivos en través de diversas estrategias de marketing, sino también la hiperespecialización de la oferta, lo cual equivale un grado extremo de personalización o customización muy cónsono con lo que se avizora en el futuro de la red de redes.
Personalizar o morir
Si algo reveló el triunfo avasallador de las redes sociales y de la virtualidad 2.0, es que la gente considera el espacio Web como un segundo hogar. Y como tal, desean que se ajuste a su medida. Esto incluye los servicios de comunicaciones, las webs de intercambio de información (personal o no) y, desde luego, incluye también la forma de consumo.
Basta entender las dinámicas de programación de los grandes vendedores minoristas como eBay o Amazon.com para notarlo: se hace un esfuerzo por proveer al usuario de un cierto aire de intimidad, es decir, de protección, de personalización, de atención individualizada (incluso aunque no lo sea). Nada es menos efectivo para este sector que las apariencias tecnocráticas, frías, anonimizantes.
He ahí el por qué las grandes empresas prestan tanta atención a la fidelización de su clientela mediante las redes sociales.
La oferta híper especializada
Pero no sólo pasa por la interacción y los aspectos decorativos. La oferta también tiene mucho que ver en esta materia. En la medida en que Internet se convierte en un espacio de interacción customizada a la medida de sus usuarios, la selección de productos disponibles, en cambio, se diversifica, crece y amplía para abarcar todos los gustos, tendencias e intereses.
Así, en la medida en que más productos de toda índole y sector (salud, entretenimiento, vestimenta y sexo suelen ser los más demandados) encuentran su nicho en las vastedades de la red, maximizan su posibilidad de demanda en un público tan amplio como ávido de sentir sus deseos representados y tenidos en cuenta.
Así, es posible hallar en la red las más excéntricas ofertas de productos y servicios, alrededor de las cuales se teje una cultura de consumo particular. Es lo mismo que sucede en la vida real, pues las tendencias de consumo moldean la conducta ciudadana, pero llevada a la velocidad y dimensiones que sólo la tecnología contemporánea de telecomunicaciones puede permitir.
La excentricidad puede ser un valor
De esta manera, y al contrario de lo que se pensaría, la alternatividad o rareza de los productos vendidos no es un inconveniente en internet.
Ya sean frutos lejanos o derivados promocionados como suplementos nutricionales, textiles vinculados con productos culturales o massmediáticos de cualquier tipo y orientación, lo importante es gozar de visibilidad para facilitar la llegada del público natural a los diversos productos en venta.
De allí que muchas empresas se avoquen justamente a visibilizar, de maneras más o menos veladas, la oferta comercial de los vendedores cuyo target podría resultar demasiado especializado como para ocupar las grandes promociones masivas de los buscadores y proyectos promocionales digitales.
Visibilizar la oferta híper especializada parece ser clave para la construcción de un nicho que, una vez inaugurado, fluirá a partir del boca a boca (o más bien de los servicios de mensajería) de las comunidades de consumo a las que pertenecen sus productos.
Así pues, especializar, personalizar y visibilizar parecen ser los verbos del éxito en el sector de los negocios por Internet. Recuérdalo y comparte esta nota con tus socios y contactos, para enfilar tu negocio web hacia los linderos del éxito.
Imagen: Mohamed Hassan · Pixabay