Está demostrado que la gente recuerda más las historias que las cifras. Por eso un buen emprendedor debe saber contar la historia de su empresa. Una historia que le debe servir para establecer diferencias con la competencia, pero que también le dé sentido e identidad a su marca para fortalecer sus valores. Toda startup debe saber construir el relato por el cual quiere ser recordado.
¿Sabes por qué debes tener una buena historia de tu empresa? Los relatos son una excelente forma de hacerte recordar, de romper barreras de prejuicios y de hacerte entender. Ayudan a simplificar cosas que pueden resultar en realidad muy complejas y, en definitiva, sirven para inspirar. Porque una historia nos permite transmitir la pasión de nuestra misión.
El tipo de historia que más recuerda la gente, uno de los que está más arraigado, es el de la forja del héroe. En dónde tu empresa (o mejor aún, tu potencial consumidor) es el héroe, que logra vencer a un villano (un problema) con una solución particular.
Estos son los elementos para la historia en la que el héroe es tu empresa o tu consumidor
Un villano: contra lo que luchas. Lo que te impide lograr tus objetivos. Nombra entonces a tu enemigo.
Un escenario: que no es más que donde ocurren los hechos, dónde son ambientados. Dónde están los conflictos. Toda buena historia tiene conflictos que deben ser superados ¿Cuáles son los tuyos? ¿Cuáles podrían serlo para la historia que quieres contar?
Un héroe: que puede ser tu producto o también el tipo de persona que lo consume para que consecuentemente se identifique con la marca.
Una solución: una solución que sea tuya, que te hace distinto, que explicas, muestras y te permite vencer al villano.
Una historia siempre se divide en tres
Todas las historias, desde la Caperucita Roja hasta Batman, pasando por Harry Potter, tienen tres actos: el planteamiento, que es el inicio de la historia, el desarrollo o nudo de la historia y la conclusión o final.
Además suele haber siempre dos giros: el primero de ellos es un conflicto que desencadena la acción y un clímax (un momento de tensión adicional) antes de la resolución de la historia.
¿Ya estás listo para sentarte a escribir tu historia? Comparte este artículo en tus redes para que otros también puedan hacerlo.
