Los que siguen este blog ya se han dado cuenta de que nos gusta la fotografía tanto como los negocios, y más si ésta está orientada a ganar dinero democratizando el emprendimiento como es el caso que vamos a exponer hoy.
A muchos les sonará la palabra coworking. Es una modalidad de alquiler que permite a las empresas y a las personas físicas disponer de una oficina o local compartido a precios muy por debajo del precio de un alquiler estándar.
Lo que hace diferente al coworking es que el alquiler incluye el uso compartido de todos los equipos de esa oficina o local. Es decir, que si alquilas una oficina con un contrato de coworking no solo podrás usar la oficina, sus mesas y sus sillas, sino que también podrás hacer uso de sus ordenadores, su red de datos, su impresora, proyector, sistema de teleconferencias y hasta de la cafetera.
El caso es que esto no es nada nuevo y ya llevamos años viéndolo funcionar para oficinas, pero no es tan habitual verlo para un sector al que le hace mucha más falta un servicio así: la fotografía.
Estudio fotográfico coworking
Un fotógrafo que quiere hacerse profesional tiene que invertir en tal cantidad de equipos que es seguro que necesitará financiación externa, y no hablamos de un préstamo al consumo. Además de sus cámaras de fotos, necesitará sistemas de iluminación, un estudio fotográfico y atrezzo para las sesiones; y nada de eso es barato.
Pues a la gente de 274km se le ocurrió montar un estudio profesional con todos esos recursos y ofrecerlo en alquiler mediante coworking. Pagas una cantidad al mes y utilizas el estudio y su equipamiento como si fuera tuyo. Una idea de negocio brillante con la que todos salen ganando, que debería aplicarse a muchos sectores.
¿Te imaginas fabricando mañana mismo tus propios circuitos integrados por 200 € al mes? ¿Y reparando vehículos sin haber tenido que comprar ni un destornillador? ¿Te ves ya en tu propia clínica dental sin tener que endeudarte hasta las muelas? No sabemos si ya existe algo así, pero si buscas compartir estudio fotográfico en Barcelona, puncha en el enlace y te sentirás afortunado.
Lo verdad, se nos ocurren muy pocos motivos para no optar siempre por esta modalidad de alquiler, estés empezando en el mundo de la fotografía o no. Sin inversión, sin tener que realizar el mantenimiento de los equipos y del local, sin tener que reponer lo que se rompa por uso, sin pagar agua, luz, Internet…
Estaba buscando un coworking para fotografía Barcelona y aquí he encontrado una solución