Las tiendas virtuales han ganado protagonismo en todo el mundo ofreciendo una amplia gama de productos que va desde artículos para el hogar hasta prendas de vestir.
Este es el caso de Funidelia, una iniciativa española que ofrece disfraces por internet con una variedad de 200.000 artículos que son entregados en 24 horas en cualquier parte de España.
El cofundador de la compañía, Carlos Larraz, dijo que el hecho de ver a un amigo gastar mucho dinero en EEUU para comprar un disfraz le inspiró a investigar, llevándole a descubrir que existía una oportunidad clara en el país.
Funidelia ha sido tan exitosa que en 2016 gestionaron 250.000 pedidos con una facturación de casi 10 millones de euros, contando con tan solo 50 empleados.
Los primeros tropiezos
Uno de los primeros obstáculos a vencer, según Larraz, fue hacer entender cuál era el modelo de negocio a los potenciales aliados comerciales.
Junto a esto, las demandas de disfraces eran muy dispares entre sí y al principio trataban de complacer a la clientela. Además, no contaban con un almacén físico para guardarlos.
A Carlos Larraz y a su socio, Roberto Palencia, se les ocurrió asociarse con una empresa parecida a Amazon, pero al ser una empresa que aún no era rentable, el acuerdo duró poco.
La metamorfosis
Para seguir siendo competitivos, Funidelia tuvo que hacer grandes cambios en su estrategia que garantizasen el éxito.
Lo primero que hicieron fue alquilar un gran almacén y aprender a organizarse, porque según los dueños “el beneficio está en los pocos céntimos de cada operación”.
De igual forma, también empezaron a confiar en los expertos y a dejar la distribución en manos de un proveedor con el fin de poder centrarse en expandir la compañía.
El olfato y la intuición jugaron un papel importante, ya que decidieron probar suerte fuera de España. Su decisión los llevó a que inversores extranjeros se fijaran en Funidelia.
Empezaron con Francia y Alemania, y 5 años después, los usuarios de 24 países pueden comprar sus productos en internet.
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