La mayoría de las empresas que comienzan a establecerse no prestan atención a la importancia de mantener las finanzas sanas desde el principio, considerando apropiado continuar con las cuentas un poco ajustadas e ir equilibrando las finanzas a medida que el banco vaya autorizando los gastos.
Isidro De Pablo, director del Centro de Iniciativa Emprendedora de la Universidad Autónoma de Madrid (Ciade), considera que uno de los principales errores que comenten los emprendedores es dejar la gestión de tesorería para después.
Según De Pablo, lo recomendable es hacer una previsión para el futuro, al menos con un adelanto de seis meses, y tomar medidas en relación a ésta.
Cobros previsibles, compromisos de pago fijos y obligaciones de pago adquiridas como parte de la actividad de la empresa son algunos de los elementos a tener en cuenta para elaborar una previsión, señala el experto, quien, además, sugiere comparar la información financiera con los datos contables a través de un presupuesto de tesorería que debe gestionarse semanalmente.
Manejo del flujo de caja
La tendencia de las empresas jóvenes es la de gestionar las finanzas a partir de los resultados y no de las previsiones. Los expertos consideran fundamental para cualquier negocio tener un conocimiento pleno del desarrollo del flujo de caja y de la rentabilidad de las inversiones para poder tomar las decisiones más acertadas.
Aseguran que existe una creencia equivocada de que en tiempos de prosperidad no es necesario gestionar la caja, cuando lo correcto es gestionar con claridad las cuentas, es decir, conocer con exactitud con qué cantidad de dinero se cuenta en todo momento.
Un estudio de Improven señala que más del 70% de las empresas no gestiona de manera óptima su caja, sin conocer que ése es uno de los factores que más importancia le dan los bancos a la hora de conceder créditos.
Plan de tesorería eficiente
Los expertos también afirman que una de las prioridades de las empresas debe ser la gestión de caja.
Para hacerlo de forma eficiente recomiendan tener un plan de tesorería que permita definir las cuentas que hay que pagar y cobrar a corto plazo, y hacer un seguimiento de ellas para evitar desvíos.
Mantener un control minucioso de las cuentas permitirá tomar decisiones más acertadas y ajustadas a la realidad financiera del negocio.
Finalmente, sugieren gestionar un fondo de tesorería que permita al negocio evolucionar financieramente en caso de imprevistos.
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