La realidad de la economía mundial actual ha motivado que muchas personas hayan tomado la iniciativa de emprender un negocio que les haga independizarse financieramente hablando.
Una enorme cantidad de gente con iniciativa quiere replicar esta aventura, pero muchos de ellos no han asumido que existen problemas u obstáculos que hay que superar para hacer que ese emprendimiento no termine en un gran fracaso.
¿Cuánto vales?
En primer lugar hay que tener en cuenta que para hacer efectivo ese autoempleo hay que saber venderse. No estar al tanto de las preferencias del cliente o no entender que el cliente existe y es la base fundamental de nuestro negocio, son dos puntos de vista abocados al fracaso.
Cuando se habla de vender, no solo debe entenderse como el hecho de la transacción financiera, sino también como el de vender imagen, conocer el nicho de mercado, crear un plan de marketing efectivo, observar qué ofrece la posible competencia y detectar las oportunidades del mercado.
¿Cómo vas a producir?
Hay un segundo obstáculo que vencer en la andadura del emprendimiento. Hay que ser consciente de que pueden existir problemas de producción y operación, tales como la falta de materia prima o los altos costes de la mano de obra.
Otros problemas como el desconocimiento del sector que se quiere abordar y un negocio que genere poco interés inicial en los clientes potenciales son causas fulminantes que sentencian el negocio antes de que acabe el primer año de actividad.
Los errores de cálculo en cuanto a las ganancias que estabilizan el negocio y de las que depende el alcanzar o no el punto de equilibrio pueden sumarse a esta problemática.
¿Cuánto vas a ganar?
En tercer orden, hay que asumir que en cualquier momento puede presentarse un desvío desfavorable de las finanzas, a causa de créditos, cobros y fraudes, del escaso conocimiento del estado financiero real de la empresa o del mal manejo de inventarios que requieren de un control presupuestario.
A lo anterior se puede llegar a sumar uno de los grandes problemas a los que se enfrenta un emprendedor: un personal con poco nivel de efectividad. Configurar un equipo de trabajo es difícil y asumir el liderazgo lo es aún más. Este suele ser el origen de que los objetivos no se cumplan por completo, lo cual causa un desaliento ante los primeros obstáculos importantes.
Por último, hay que destacar que la falta de planificación estratégica puede desembocar en una estabilidad aleatoria e incontrolable. Los fallos en la planificación y los objetivos poco realistas son una loza que no todas las empresas pueden levantar en sus inicios.
La conclusión es que no se debe pensar únicamente en el éxito, ya que los pequeños fracasos pueden aniquilar las esperanzas de un futuro alentador. Prepárate para lo peor y espera siempre lo mejor
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