Entre los emprendedores hay una frase motivadora que encierra una gran enseñanza: “Si lo sueñas y lo crees, lo creas”. Con este viento directo en las velas y un timón de perseverancia, muchos emprendimientos innovadores han partido rumbo hacia mares desconocidos. Y lo mejor de todo es que han alcanzado el éxito, algunos de ellos en cortísimo plazo de tiempo.
Si bien no es fácil lanzarse hacia aguas poco exploradas con una simple idea de negocio, hay condiciones que marcan la diferencia. El espíritu aventurero, la navegación precavida y una buena brújula en la dirección correcta pueden sellar el rumbo hacia un puerto seguro.
Dentro de estas historias de éxito hay muchos ejemplos y enseñanzas que te pueden servir para que te pongas manos a la obra y hagas realidad tu emprendimiento.
De dónde vienen las buenas ideas
La fuente de tu idea puede surgir de cualquier parte: de una conversación cualquiera con familiares o amigos, de alguna necesidad o servicio, de algún problema que detectaste o incluso de un sueño.
¿Sabías que muchas buenas ideas surgieron de un sueño o tras una pequeña siesta? Benjamin Franklin, Tesla y Einstein fueron literalmente grandes soñadores y muchas veces hallaban respuestas navegando en el subconsciente.
Los cursos, eventos, seminarios, webinarios y la lectura de la prensa pueden ser precursores de ideas brillantes. También te ayudará observar emprendimientos exitosos y asistir a charlas de negocios o encuentros. Ponte en movimiento.
Las ideas pueden surgir de repente o como resultado de un proceso en el que te empeñas en buscar solución a algo. Si un pensamiento causa emoción, te eriza la piel o te brillan los ojos, ¡eureka! Seguramente ya diste con tu idea.
Si sientes que no arrancas, recurre a familiares, amigos y colegas para que te ayuden a inspirarte, investiga en internet y, sobre todo, lee libros relacionados con el emprendimiento y la generación de ideas. Captura tu idea, anótala y mantenla visible, para que la tengas siempre presente.
Ya tengo la idea. ¿Y ahora qué?
Fíjate en casos de éxito cercanos, como el de Boatjump. Como la mayoría de las pequeñas empresas, Boatjump comenzó con una tímida idea en la mente de un grupo de entusiastas: permitir a muchas personas acceder al alquiler de barco y poder cumplir su sueño de hacer grandes viajes o simplemente disfrutar de unas horas navegando por el mar.
Los fundadores de Boatjump vieron en la creación de una plataforma online para alquilar barco en España una oportunidad de negocio en un sector poco explotado. Esta startup innovadora, fundada en marzo del 2016, ofrece barcos para visitar cientos de destinos náuticos en varias partes del mundo y ha conseguido el éxito en tan solo un año de vida. ¿Cómo lo han logrado?
Para que una idea no se quede en agua de borrajas y pase a engrosar la lista de miles de “cosas por hacer” que van quedando en el olvido, hay varios pasos que debes seguir:
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Actívate
Debes de convertirte en un buen capitán y tener muy claro lo que necesitas para mantener el barco a flote.
Realiza cursos online o presenciales para emprendedores. Asiste a reuniones de startups, haz networking y aprende de los errores de otros.
Devora toda la información que puedas, pues la respuesta a lo que estás buscando está ahí fuera.
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Haz un plan de negocios realista
Establece tu hoja de ruta y responde a las siguientes preguntas: ¿Es viable?, ¿quién será mi cliente tipo?, ¿cuánto me costará?, ¿contra quién compito?
Esta es la columna vertebral de tu proyecto y sobre la que debes asesorarte profesionalmente.
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Organízate y sé eficiente
Define el rumbo a seguir para alcanzar el Producto Mínimo Viable que te permita lanzarte a la mar y planifica las reuniones necesarias para conseguirlo sin perder el tiempo.
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Contacta con tu público objetivo
Monta un evento de inauguración para la botadura de tu negocio. Anúncialo para que acuda el mayor número de personas posible, sobre todo aquellas que forman parte de tu público objetivo.
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Perfecciona tu idea
Una vez izadas las velas y emprendida la marcha, es el momento para sacarle brillo a tu tesoro y enderezar el timón. Céntrate en las ventajas de tu producto o servicio y refuerza aquellos aspectos más débiles.
Busca oportunidades de financiación y realiza una previsión económica para las mejoras a llevar a cabo.
Pasar de la simple idea a la realidad es un proceso duro y meticuloso, pero perfectamente alcanzable si se tiene una actitud positiva y se analiza con detenimiento cada paso del proceso.
Conocer bien las aguas en las que se va a navegar y contar con una buena tripulación que reme al unísono permitirá hacer frente a cualquier imprevisto y conquistar nuevos horizontes.
Imagen: Freepik
Excelente artículo. Gracias por los consejos, muy buenos para hacer realidad nuestra idea. Saludos