Desde que apareció el concepto de las aceleradoras de empresas (Business Accelerators) hace ya algunos años, ha habido importantes avances en el mundo de las startups. Actualmente, se habla de “aceleradoras verticales”, también conocidas como sectoriales, que se centran en proporcionar asesoramiento especializado a los negocios emergentes.
Crear para un sector único tiene sus ventajas. Una aceleradora vertical también logrará que las startups contacten con compañías exitosas del área para dar a conocer sus productos o servicios.
Buscar aliados
Un ejemplo es Atelier by Isem. Se trata de la primera aceleradora española que combinó dos temas: moda y tecnología. Esta impulsó a startups como Naiz Fit, una app gratuita que te dice cuál es tu talla exacta, con su programa de asesoramiento empresarial que también otorga la posibilidad de que un producto llegue a grandes firmas.
Básicamente, las aceleradoras permiten que un pequeño negocio se alíe con importantes compañías ya consolidadas que las empujen. Es ahí donde la palabra “alianza” adquiere una gran significación.
El profesor de la IE Ignacio Mateo aseguró que “en los últimos dos años, han aparecido plataformas centradas en todo tipo de actividades”.
Ventajas de acelerar tu negocio
Otra de las ventajas de las aceleradoras verticales es encontrar proyectos similares y establecer vínculos que beneficien a ambas empresas, algo parecido a una relación simbiótica. Es tal su auge que grandes sociedades han creado sus propias aceleradoras.
Las instituciones públicas no se quedan atrás. Las aceleradoras verticales también están presentes en este sector. Un ejemplo es Orizont, una aceleradora de empresas agroalimentarias del Gobierno de Navarra, que potencia proyectos locales relacionados con el área agroindustrial.
Las aceleradoras de negocios también ofrecen posibilidades de financiación, pero no hay que dejar de lado un aspecto muy relevante, que es el mentoring o asesoramiento. Incluso hay algunas que ni siquiera exigen que el proyecto esté concretado en un 100%, ayudando a su cliente a crear una startup desde el principio, como la incubadora Demium Startup.
En España, hay cientos de negocios que han encontrado aliados, empuje, asesoramiento e incluso financiamiento a través de las aceleradoras verticales.