La vida del emprendedor no es tan sencilla como puede ser percibida. Mucho menos lo es ser su propio jefe. Al emprender un proyecto, la persona suele estar cargada de energía y muy motivada. Pero con el paso del tiempo, la energía y la motivación se pueden ir perdiendo. En especial, al enfrentar obstáculos, o notar que el alcance de los objetivos toma más tiempo de lo previsto.
Es común durante los primeros meses que el esfuerzo, tiempo y dinero invertido continúen en aumento, pero que no se observen los resultados deseados. Esto puede acabar con las ganas de continuar de muchos emprendedores. Sin embargo, existen muchas maneras de mantener la motivación y el impulso por alcanzar el éxito.
Luis Nantón Díaz, autor del blog luisnanton.com, plantea en esta publicación la forma en la que el poema Ítaca, de Constantino Cavafis, demuestra que en la vida hay que enfocarse mucho más en el camino, que en la meta. Esa metáfora también puede ser aplicada para los emprendedores, que en ocasiones están tan enfocados en la meta, que se olvidan de observar las cosas buenas que ofrece el camino hacia ella.
¿Por qué premiarse por logros?
En las empresas, es común observar que los empleados son premiados al alcanzar ciertos logros. Se ofrecen incentivos como un aumento en el salario, ascensos u otro tipo de beneficios. Con esto se busca que los empleados mantengan una alta motivación e identificación con la empresa.
Los emprendedores, por otro lado, no suelen contar con la estructura de las empresas. Al ser tanto jefe como empleados, pueden olvidar premiarse al alcanzar ciertos logros. En especial, porque se suele pensar que el logro se alcanza una vez que el emprendimiento tenga éxito. Sin embargo, en el camino también se alcanzan objetivos intermedios que deben ser tanto reconocidos como premiados.
La importancia de las sanciones
Así como se debe mantener en cuenta los incentivos al alcanzar un logro, también es necesario implementar sanciones cuando se falla en el alcance de este. Ya sea por una falla en el plazo de entrega, o por procrastinar en exceso. Si no se implementan estas sanciones, la persona puede no poner tanto esfuerzo en el alcance del éxito de su emprendimiento.
Una sanción puede ser realizar labores que no se disfrutan, pero que son necesarios, o pasar más tiempo del programado trabajando. Con esto se logra crear un sentido de la responsabilidad y progresar en el emprendimiento.
Identificar cuáles factores motivan y cuáles desmotivan
Tener presente cuáles son los principales aspectos que disminuyen la motivación es esencial para minimizarlos y garantizar que la productividad se mantenga a tope. Para minimizarlos, a veces es necesario invertir un poco más ya sea en herramientas que faciliten el trabajo, o en servicios que mejoren el ambiente laboral.
En el caso de los factores motivadores, deben ser maximizados. En ocasiones esto implica contar con mentores o ejemplos a seguir, y rodearse de un entorno de emprendedores que comprendan las situaciones que se atraviesan.
Pero, sobre todo, es importante mantener en cuenta que de cada situación se obtienen aprendizajes y que los inconvenientes encontrados en el camino pueden resultar muy útiles a largo plazo. Siempre y cuando se le preste la atención adecuada y no se observen como fracasos, sino como enseñanzas.
En palabras de Cavafis, “pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias”.