Emprendedores como Richard Branson, Elon Musk y Mark Zuckerberg vieron en la tecnología la posibilidad de crear otro universo.
Sus ideas viajaron a una velocidad que superó los pensamientos comunes, conectaron con nuevas formas de vender y así consiguieron mayor productividad.
A continuación te contamos varios casos emblemáticos de emprendedores que llegaron a lo más alto:
Un remedio farmacéutico
John Stith Pemberton era un farmacéutico que buscaba sanar un intenso dolor de estómago y terminó creando una fórmula energética que se conocería en todo el mundo como Coca Cola.
La bebida se conseguía inicialmente en farmacias. Actualmente se puede comprar en casi cualquier rincón del planeta.
Maestro y alumno ganaron la carrera
Las ideas de Bill Bowerman, entrenador de atletismo de la Universidad de Oregón, y Phil Knight, su alumno, se unieron para dar vida a la que luego sería una de las marcas de ropa deportiva más famosas del mundo.
Bowerman quería que sus corredores se sintieran más cómodos, mientras que Knight buscaba comercializar calzado deportivo con tecnología japonesa para quitarles a los alemanes el mercado de Estados Unidos en la década de los cincuenta. Así nació Nike.
Cambiando pescado por tecnología
Lee Byung-chul era el fundador de una empresa coreana que exportaba pescado, verdura y fruta.
En un afán por mejorar, creó máquinas de confección que, poco a poco, llevaron a que la empresa cambiara el sector de la comida por el de la tecnología. Esta exitosa empresa se llama Samsung.
Una granja que saltó a la gran pantalla
La tierra de las estrellas del cine empezó siendo un territorio fértil destinado a la siembra agrícola.
Sin embargo, todo cambió cuando las productoras de Nueva York emigraron a Hollywood, que tenía las condiciones ideales para filmar escenas de películas.
Allí nacieron las productoras de cine más importantes del mundo, convirtiendo a Hollywood en la meca del cine mundial.
El garaje de los sueños
Serguéi Brin y Larry Page empezaron su emprendimiento en un garaje alquilado. Lo que comenzó como un simple proyecto universitario terminó convirtiéndose en el monstruo de datos más importante del mundo: Google.
Las empresas mencionadas son solo algunos ejemplos de cómo las ideas más atrevidas pueden convertirse en marcas que dictan nuevas tendencias en el mundo. Solo hace falta tener convicción y estar abierto a los cambios, porque de eso trata el éxito: de innovar.