No controlar las finanzas puede desencadenar una larga lista de deudas impagables que comprometen el futuro, el crecimiento y el bienestar de tu negocio. Repasaremos los errores financieros más comunes que terminan por poner en apuros a casi todos los emprendedores.
1. Una lista de créditos que no tiene fin
Los créditos son muy útiles para equipar tu oficina y para hacerte con todo el stock que necesitas para empezar, pero se puede llegar a abusar de esta herramienta muy fácilmente, hasta el punto de terminar empeñando tus ingresos.
Revisa todos los productos y servicios que has pagado a crédito en el último año y pregúntate si son imprescindibles para el funcionamiento de tu negocio y, lo más importante, si realmente puedes asumir todos esos compromisos sin quedarte en la bancarrota. En la mayoría de los casos, lo imprescindible no supera un 20% de los gastos totales. Recuerda, que algo sea útil no quiere decir que sea necesario.
2. Exceso de gastos frívolos
Otro mal hábito que pone a muchos en una situación económica bastante dura son los gastos frívolos. No hay nada de malo en incentivar a tus empleados y colaboradores con una cena anual, pero si acostumbras a gastar grandes sumas de dinero en cosas que no van a tener una repercusión directa en la facturación, tus problemas financieros no pararán de crecer.
Piensa que, si ahorras todo ese dinero que normalmente gastas en cosas innecesarias, puedes invertirlo en campañas de marketing para aumentar la cartera de clientes o en nuevos productos que ofrecer a tus clientes habituales.
3. La compra de vehículo de empresa
Anualmente, se venden cientos de miles de vehículos de empresa a crédito. Esto, a simple vista, es un síntoma de la incapacidad general de los compradores para adquirir un coche al contado, y de las malas prácticas financieras de la mayoría de emprendedores.
Cuando una empresa goza de libertad financiera, tiene la capacidad de comprar al contado un vehículo nuevo que se acomode a sus necesidades. Si no existe libertad financiera, hay que plantearse si el coche es el único medio de transporte disponible para realizar las tareas, o, como en muchos de los casos, es una comodidad prescindible o un intento desfasado de hacer imagen de marca.
Las interminables cuotas para pagar un crédito por la compra de un vehículo suelen hacer un agujero en las finanzas de muchas compañías, y casi siempre son gastos que pueden evitarse.
4. Préstamos para subsistir
Los préstamos para poder subsistir son mucho más que un error financiero, son un claro indicativo de que las cosas han llegado muy lejos.
Un síntoma claro de estar subsistiendo a base de préstamos es comprar de material de stock usando la tarjeta de crédito. Si has llegado a este punto en el necesitas usar la tarjeta de crédito para pagar a los proveedores que te suministran el producto que vendes a tus clientes, debes detener la actividad cuanto antes.
No solo estás pagando esos artículos mucho más caros, teniendo en cuenta las tasas de interés que debes abonar al banco, sino que estás ahogando la empresa. Necesitas volver a hacer un plan de negocio viable y buscar inversores para relanzar el proyecto.
Imagen: Freepik