Un plan de negocio es más que una simple herramienta para cualquier emprendedor. Este conforma en sí mismo una serie de estrategias y acciones que deben llevarse a cabo para dar a tu proyecto una estructura sólida que te ayude a desempeñar la actividad prevista, a determinar objetivos realistas y a diseñar un programa de marketing que te permita conseguirlos.
Te contamos cómo crear un plan de negocio eficiente en solo 8 pasos.
1. Resumen ejecutivo
Un resumen ejecutivo es un documento que, si bien sirve como introducción al plan de negocio, se debe escribir al final, justo al terminar de elaborarlo. Tiene como finalidad resumir en un máximo de 2 páginas todo el plan de negocio, de modo que los potenciales inversores tengan una mejor idea del negocio en tan solo 5 minutos de lectura.
La forma más adecuada de elaborarlo es planteándolo en forma de Preguntas Frecuentes, respondiendo a cuestionamientos básicos como: ¿Qué necesidad va a cubrir el proyecto? ¿En qué consiste? ¿Cómo va a solucionarse el problema? ¿Cómo se generará dinero? ¿Cuánto dinero se necesita para ponerlo en marcha?
2. Descripción del producto
Es la sección del plan en la que se describirá detalladamente el producto, exponiendo el concepto, el origen de la idea, el beneficio real que aportará a los futuros clientes y todas las características físicas y de funcionamiento. Es importante que quede muy claro a qué target va dirigido y las necesidades que pretende satisfacer.
3. Estudio de mercado y análisis de la competencia
Este apartado explica con detalle el mercado en el que se introducirá el producto, es decir, los clientes potenciales, sus necesidades, la competencia existente y el volumen de negocio. También debe incluir un análisis DAFO que describa las debilidades y fortalezas del producto, así como las potenciales amenazas y oportunidades externas en el mercado.
Es importante indicar el tamaño del mercado, definiendo las tendencias actuales del mismo y su evolución, para contextualizar mejor el estudio.
4. Modelo de negocio
El modelo de negocio expone de qué manera se va a monetizar la idea. Existen muchos modelos de monetización: Freemium, publicidad, afiliación, suscripción, venta directa, servicios, etc. El tipo de producto que se ofrece y el nicho de mercado al cual se va a atender es lo que determinará qué tipo de modelo es el más adecuado.
Aquí es donde también se incluye el plan financiero, que engloba todos los estudios económicos que deben realizarse previamente para estimar gastos, ingresos, pagos y cobros necesario para que el negocio prospere.
La importancia del plan financiero radica en que permite deducir cuál es el volumen mínimo de ventas requerido para comenzar a percibir beneficios reales que superen el punto muerto, aseguren la inversión y permitan seguir creciendo.
5. Descripción de socios y trabajadores
Aquí se indicará la estructura tanto del equipo humano que conforma el emprendimiento, como de los fundadores. Igualmente, debe incluir la denominación social y comercial de la empresa, el capital social, las obligaciones con la Administración Pública y el objeto social.
6. Estado de desarrollo del negocio
Esta sección facilita información acerca de la fase de desarrollo en la que se encuentra el producto y los tests o pruebas a los cuales ha sido sometido.
7. Estrategias de marketing
Aquí se describe el plan de marketing con las tácticas y acciones a emprender, tanto en el campo offline como en el online, para dar a conocer el producto. Es recomendable que este apartado incluya el presupuesto asignado al plan de marketing, y aclare si este se contratará a un tercero, como una agencia de publicidad o de marketing digital, o si se llevará a cabo de forma interna.
8. Plan de contingencia
Establece cuáles serían los posibles riesgos a los cuales se enfrentarían los socios, fundadores e inversores al participar en el proyecto, y las contingencias que se prevén para salir a flote ante una situación de crisis.
A grandes rasgos, ya sabes lo que se necesita para valorar si tu idea es viable, para conseguir la financiación que te permita desarrollarla, y para convertirla en realidad.
Nunca pongas en marcha una idea sin hacer antes un plan de negocio como este. Tu tiempo, tu dinero y tus esperanzas están en juego. Y no olvides ser pesimista en tus estimaciones de dinero y de esfuerzo; nadie alcanza el éxito siendo optimista.
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