La Universidad es una institución muy vieja. La primera de ellas aparece en Bolonia (Italia) en los últimos siglos de la Edad Media. Pero es la Sorbona de París, fundada en 1150, la que logra independizarse del clero y en el 1215 conquista su autonomía.
Las universidades surgen notoriamente durante el siglo XVIII, con la Ilustración, cuando se desarrollan todas las disciplinas del saber y florecen los conocimientos científicos. Pero cien años más tarde, el quehacer intelectual se manifiesta en franco retroceso con la visión Positivista, y luego posterior Conductismo durante el siglo XX.
El siglo pasado está marcado principalmente por el final de la Segunda Guerra Mundial y la necesidad perentoria de formar recursos humanos para el mejoramiento profesional, por ende, la universidad se masifica. Pero dicha formación no podía implicar que los trabajadores se ausentaran de las empresas, por lo que germina el concepto de la educación a distancia, que se perfecciona en el presente siglo.
El auge de la universidad online
La universidad digital tiene su antecedente directo en la educación por correspondencia, que emerge en los inicios del siglo pasado, pero, específicamente en Europa, se desarrolla de forma resaltante a finales de los años ´60, cuando nace la Open University británica.
Posteriormente, a consecuencia del progreso tecnológico y la creación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), se pone en marcha la universidad online, que supone grandes beneficios en cuanto a costes y por ende facilita el acceso a carreras, posgrados y másteres.
La universidad online maximiza los recursos del alumno y le permite no tener que desplazarse, residir en otra ciudad, ahorrar tiempo y costes, etc. Además, invierte en el mejor talento profesional especializado en formación online, a los fines de crear contenidos específicos de las plataformas e-learning, como en el caso de la Universidad Isabel I.
Pero no se trata de reproducir materiales tradicionales y ponerlos a disposición de los estudiantes por vía digital. Con el nacimiento de la educación online asoma una nueva rama de la didáctica, la didáctica digital, que procura la optimización del proceso enseñanza-aprendizaje con una metodología diferente.
Quiénes estudian en las universidades online
Cada día un mayor número de personas estudian carreras, posgrados y másteres online, por la facilidad que este sistema representa en cuanto al manejo de horarios y el ritmo particular de aprendizaje de cada quien. El modelo representa, como oposición al conductismo, la concepción constructivista del aprendizaje, donde los individuos son actores principales de su proceso de formación.
Esta opción abre las puertas del estudio a quienes trabajan y tienen que cumplir un horario, madres y padres que no pueden abandonar a sus hijos, aquellos que están ubicados en zonas geográficas donde no existen universidades, adultos mayores que no se animan a incorporarse a las aulas, y también a los que por alguna razón presentan problemas de movilidad física.
Igualmente, permite que no existan restricciones en la posibilidad de escoger la opción de estudios preferida y la mejor universidad. Al respecto, se debe ser muy cuidadoso en la selección, ya que cada universidad se caracteriza por su propia visión pedagógica y sus particulares concepciones didácticas, así como por su nivel docente. Y lo fundamental es adquirir una formación sólida.
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Está claro que la formación ONLINE tiene sus ventajas y está en auge, pero si de una cosa me he dado cuenta con mis hijas con esto del coronavirus y el cierre presencial de los colegios que más allá de un ordenador no puede perderse el valor de los lápices y los cuadernos (primordial sobre todo a edades tempranas)