La gestión de crisis es una de las áreas que planta más desafíos, aun para los especialistas en la materia. Se trata de poner en una balanza lo que se gana y lo que se pierde cuando hay que enfrentar ciclos negativos o el final de un emprendimiento.
El 2020 ha requerido más que nunca el trabajo de profesionales para asesorar a miles de emprendedores que tuvieron que cerrar sus puertas, sobre todo en los sectores de la hostelería, la construcción y el comercio.
Según el Estudio sobre Concursos realizado por Informa, durante el año 2020 se han registrado más de 4.000 concursos de acreedores en España. Aunque la hostelería es el sector con más incremento de concursos – que se ha disparado más de un 70% entre septiembre y octubre -son el comercio y la construcción los que muestran mayores bajas en valores absolutos: 985 concursos para el comercio y 827 para la construcción.
El dato más relevante es que más de la mitad de esos concursos, fueron concurso de acreedores express: una figura que resuelve las situaciones más complicadas en cuestión de semanas, siempre y cuando cuente con el debido asesoramiento legal, económico y financiero.
¿Segunda oportunidad o concurso?
Ante ciclos negativos tan prolongados como el que enfrentaron la mayoría de las empresas en el 2020, llega un momento en el que la falta de liquidez y la constante insolvencia obligan a preguntarse si es momento de decir adiós o es posible volver a intentarlo.
La mejor respuesta a esa pregunta, llegará de la mano de expertos en gestión de empresas en crisis. “Tenemos una metodología propia que hemos puesto en práctica durante 12 años y gracias a la cual hemos podido multiplicar por 20 el porcentaje de éxito en procesos concursales y pre-concursales”, comienza a explicar Igor Ochoa, economista colegiado y Licenciado en ADE – Bachelor in Business Administration, Business Angel y Experto en Gestión de Crisis.
“Con esta herramienta estratégica ayudamos a garantizar la supervivencia de las empresas en los inevitables ciclos negativos económicos sectoriales o individuales. Pero también podemos ser una guía si lo mejor es decir adiós a tu sociedad de una vez por todas”, agrega este profesional al frente de DipCom Corportate, donde también es posible adquirir y recuperar la unidad de negocio una vez liquidada la empresa.
Ya sea para darle nueva vida al negocio o para cerrar las puertas del mismo, la ventaja de contratar una empresa de gestión de crisis es que sus tarifas son inferiores a las de los colegios de abogados y tienen experiencia específica en este tipo de situaciones.
Concurso Exprés como solución estratégica
Cuando un negocio se ha quedado sin liquidez, ha agotado su caja y tiene graves problemas de insolvencia, la mejor solución puede ser cerrar. Sin embargo, a muchos emprendedores se resisten al concurso de acreedores porque pueden extenderse por años.
“No hay que tenerle miedo a esa palabra, porque existen varias modalidades como la del concurso exprés, que se resuelve en semanas”, asegura Ochoa cuya empresa gestiona más del 80% de los concursos en esta modalidad, una de las fórmulas más demandadas ahora mismo por pequeñas y medianas empresas.
El concurso express nació en 2011 como una nueva modalidad de concurso de acreedores para cierto tipo de empresas y empresarios. Como es sabido, estos procesos se acaban prolongando a años, requiriendo una inversión de tiempo y dinero con la que no siempre se contaba.
“El concurso express está regulado en el artículo 176 bis 4 de la Ley Concursal y posibilita la extinción de la sociedad de forma casi inmediata y sin que sea necesaria una liquidación de bienes, siempre que el activo sea inexistente o tenga un valor residual”, explica Igor Ochoa.
La mejor opción de cara a las perspectivas 2021
Para el año que comienza, muchas empresas – sobre todo en los sectores más afectados – habrán acumulado demasiados meses en negativo. El concurso exprés se muestra como una alternativa interesante para quienes han montado un negocio sin demasiada infraestructura, activos inmobiliarios o maquinaria. De hecho, es la mejor opción para las empresas cuyos fondos propios hayan tenido un deterioro significativo en el 2020.
Las razones son muchas: “El primer beneficio para la sociedad es que en el concurso express no irrumpe la figura del administrador concursal. Solo es necesario que el empresario entregue la documentación para justificar el concurso y que el juzgado lo examine”, aclara Igor Ochoa.
Además, el coste es bastante inferior al de un concurso ordinario, dado que como no existe administrador, tampoco habrá fase común, convenio ni liquidación. Se termina en cuestión de semanas.
Otra ventaja es que la responsabilidad del deudor no es valorada ni puesta en duda, ya que la fase de calificación es inexistente.
En definitiva, cuando los “números rojos” son imposibles de sostener por más tiempo, lo ideal es asesorarse por especialistas y si no es posible continuar, según Ochoa, “lo más adecuado sería apostar por un cierre que nos proteja de forma adecuada y nos blinde de forma legal ante posibles responsabilidades futuras”.
Así, la ley concursal, el concurso de acreedores y el concurso exprés, se plantean las herramientas más estratégicas para la hostelería, el comercio y la construcción en este nuevo y desafiante ciclo económico.
Imagen: Freepik