Varios aspectos son los que han dado pie a que los préstamos rápidos experimenten un gran auge en los últimos años. Más allá de las mejores condiciones contractuales ofrecidas en la actualidad, tal como demuestra la posibilidad de solicitar minicréditos con un porcentaje de interés de cero puntos, es innegable que otro factor importante es el del aumento de la seguridad.
Estableciendo una comparación con tiempos anteriores se evidencia un gran cambio, puesto que antaño eran numerosos los emprendedores que, al necesitar dinero, preferían acudir presencialmente a una entidad especializada, incluyendo los bancos. Y es que no terminaban de fiarse de hacer la operación a través de Internet.
Por suerte, la situación de hace algo más de dos décadas poco tiene que ver con al de hoy en día. La tranquilidad y la confianza se apodera de cualquier emprendedor que pretende solicitar un préstamo rápido navegando por la red. Y no es para menos, puesto que son conscientes de que la seguridad de los datos personales es mucho mayor.
Desde el primer momento se evidencia una gran mejoría. Eso sí, para que no surja ni un solo problema relacionado con la seguridad en general, conviene que apliques una serie de medidas y te fijes en varios aspectos.
Asegúrate de que la página web funciona bajo el protocolo HTTPS
Desafortunadamente el éxito de las entidades crediticias y el surgimiento de una nueva crisis económica ha dado pie a que salgan de la nada multitud de plataformas. ¿Cuáles de ellas son fiables? Para un usuario poco experimentado puede llegar a ser un quebradero de cabeza tratar de responder a esta pregunta.
Sin embargo, no es difícil evitar caer en páginas fraudulentas. El primer paso para impedir que ello suceda consiste simplemente en no acceder a ninguna página web que no disponga del protocolo HTTPS, uno de los más importantes a la hora de proporcionar seguridad durante la solicitud de un préstamo.
Evita la utilización de un Wi-Fi público al solicitar el crédito
Somos conscientes de que los emprendedores acostumbran a estar fuera de casa, sobre todo aquellos que son nómadas digitales. Aun así, en la medida de lo posible conviene no hacer uso de un Wi-Fi al que se da acceso público.
Si bien es cierto que no suele pasar nada, corres un mayor riesgo de que los datos introducidos acaben siendo interceptados por terceras personas que hagan un mal uso de ellos.
Haz una comprobación con tal de cerciorarte de que la empresa está autorizada para operar en España
Las empresas crediticias no solo triunfan en el territorio español, sino también en muchos otros países. Es por ello que tarde o temprano puedes acabar dando con el sitio web oficial de una compañía extranjera. Si no quieres tener problemas relacionados con la seguridad, evítalo.
Siempre es preferible recurrir a una empresa que no solo opere en España, sino que adicionalmente esté autorizada para ello. Con tal de cerciorarte de dicho aspecto tan importante puedes optar por hacerle una consulta a la autoridad encargada de tramitar este tipo de autorizaciones.
Consulta todas las condiciones del contrato antes de firmarlo
Las típicas sorpresas de los productos crediticios se vieron reducidas drásticamente a partir del año 2011 cuando una nueva ley surgió para poner en orden esta situación. En concreto, obliga a los prestamistas a especificar todas las condiciones de manera clara tanto en los productos destinados al público en general como en aquellos que forman parte de ofertas personalizadas.
Antes de proceder a la contratación de un producto financiero de este tipo, para hacerlo de manera segura es imprescindible leer todas y cada una de las condiciones.
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