Es una ley tan antigua como el mundo de los negocios: vender no es otra cosa que cubrir las necesidades de otro. En esa filosofía se encierra un mundo empresarial completo, que gira en torno a, justamente, descubrir antes que los demás cuáles son las necesidades de la mayoría, ya que éstas cambian y se reinventan con el tiempo, mutando como hacen todos los organismos vivos.
Así, el olfato es un rasgo imprescindible a la hora de emprender: saber qué necesidad puntual cubrir y de qué manera hacerlo es la fórmula que separa a los exitosos de los que se frustran en el intento.
Muchas veces esto estriba en la capacidad de observar, en las sutilezas y los detalles, o en saber ponerse en el lugar del otro y ofrecer una solución innovadora, original, que reúna las características indispensables para la satisfacción, pero que también lo haga de una manera propia, irrepetible. A fin de cuentas, no somos los únicos allí afuera intentando emprender o hacer crecer su startup, ¿cierto?
Olfato y originalidad. Saber qué hacer y saber cómo hacerlo.
Seguir el ejemplo
Para aprender estas dos directrices que a simple vista resultan muy sencillas pero que en el fondo no lo son, no hay nada mejor que echar un ojo a quienes ya lo han hecho. En ese sentido, tomaremos el ejemplo de dos jovencísimas startups que no paran de crecer hoy en día y que tienen que ver con un nicho semejante y específico: los disfraces.
Desde tiempos remotos, el hombre ha sentido la necesidad de encarnar a otras personas y vivir otras vidas por un rato. Actores, literatos, cineastas… todos han entendido esa lección y han sabido, a su manera única e irrepetible, proporcionarla. Eso mismo han sabido hacer estas dos startups, que avanzan a diario en su oferta de productos y en su personalidad comercial única:
1. Disfraces para toda ocasión
Es casi común en nuestra cultura no saber dónde comprar un atuendo para una fiesta de disfraces, o sufrir fabricándolo para el acto de fin de curso del pequeño de la casa. Sea cual sea la ocasión, la motivación e incluso la elección del disfraz, estos especialistas del ramo están allí para satisfacer una demanda interminable.
Tomemos el ejemplo de la empresa Don Disfraz que, apostando por la estética y por la hiperespecialización, no teme a ponerse en el lugar de su clientela y es ésa justamente la razón de su éxito. Disfraces clásicos, para adultos, para infantes o a la moda con los personajes de historieta, de filmes populares, de personajes de cómic… la premisa es justamente entenderlo, conocerlo y elaborar algo de calidad.
Si a eso se suma la opción de descuentos, promociones y una página web que logra transmitir la abundancia de opciones que entraña su política de producción, se entenderá que hayan cotizado una personalidad propia en la rama de los disfraces, sin hacer ascos a lo popular ni a lo masivo, sino justamente entendiendo la necesidad y satisfaciéndola.
Basta con echar un vistazo al apartado de “temáticas” en su website para comprobarlo: ninguna posibilidad se queda por fuera, desde el imaginario Hippie (en sus variantes 50’s, 60’s, 70’s y 80’s), los animales, las clásicas dicotomías de poder (indios y vaqueros, doctores y enfermeras, guerreros y árabes, etc.), hasta superhéroes de moda. Con esta diversidad de opciones la empresa cumple con la premisa de demostrar su conocimiento del medio y hace entender a sus posibles compradores que están dispuestos a satisfacer sus necesidades de disfraz, por remotas y personales que sean.
¿No es ése justamente el principio del éxito?
2. Disfraces y Sex Shop, picante y en tu puerta
De manera muy similar, la tienda Diversual ha apostado por un nicho aún más antiguo e indispensable: el placer. Y sobre todo el placer puertas adentro. Desde que el mundo moderno permitió separar el disfrute sexual de la reproducción, y entendió que ambas partes involucradas deben tener las oportunidades de explorarse y satisfacerse, el mundo de la industria del sexo no ha parado de creer y de crecer.
Esto parece haberlo entendido esta startup, que no sólo apostó por los disfraces íntimos, metiéndose de cabeza en el diversísimo mundo de las fantasías sexuales, sino también por los juguetes, accesorios y todo el material necesario para el pleno goce del amor, ateniéndose a las vertientes contemporáneas, a los distintos imaginarios posibles (no sólo el heteronormado, conservador) y, lo más importante, haciéndolo de la mano de las nuevas tecnologías, con un servicio de pedidos online y reparto a casa incomparable.
Paquetes sellados, sin identificación ni siquiera para el mensajero, que garanticen la privacidad extrema a la vez que la elección íntima del juguete o disfraz: ¿qué mejor forma de entender las necesidades puntuales de un público, que garantizándoles la compra de lo que desean, la entrega inmediata y de paso el compromiso con su bienestar social a toda costa?
De nuevo, añadamos al asunto las promociones, descuentos y enorme diversidad de productos (afrodisíacos, juguetes, disfraces, lencería) y servicios (atención en línea, organización de despedidas de solteros), y tendremos una evidente demostración del éxito rotundo del principio del compromiso con las necesidades de la clientela.
Satisfacer las necesidades, así, es ganar. Identificarlas es el primer paso, encontrar la manera original es el segundo. Algo evidente en los ejemplos presentados y que bien servirá para inspirar futuros emprendimientos en cualquier área.
Imagen: Krzysztof-m · Pixabay