Cada vez es más importante la presencia en Internet de cualquier proyecto, negocio o emprendimiento para asegurar el correcto desarrollo del mismo. Aunque suene común, si un ente físico no tiene presencia en Internet, es casi como si no existiera, y esto se debe a que el vecindario se ha ampliado al mundo entero.
Hasta hace unos años, las tiendas ofrecían sus productos a un barrio o una localidad determinada; y como mucho, tratándose de grandes almacenes, a una ciudad. Ahora los clientes de una tienda virtual pueden proceder de cualquier parte del globo.
De hecho, entre el 2007 y la actualidad el comercio electrónico se ha duplicado en España, y actualmente la tercera parte de la población compra online. Pero la web no sólo se usa para el comercio, sino que también hay entretenimiento, educación y comunicaciones en la red, que el 98% de la población usa. Por lo tanto, es vital contar con una página web competitiva para destacar en un espacio tan competido.
No hay que ser el más grande, sino el más rápido
Dicen que en el mar el pez grande se come al pequeño, pero no se menciona que los peces pequeños suficientemente rápidos sobreviven. En Internet ocurre algo similar: quizá tu proyecto o empresa no sea la más grande, la que ofrece los mejores servicios, ni siquiera la opción más barata o más idónea, pero en la red de redes el truco es ser conocido antes que los demás.
Aparecer en los buscadores y tener una página liviana, fácil de navegar, con toda la información a punto, es la mejor manera de tener éxito. Los elementos técnicos que aseguran esas características no son difíciles de lograr, pero requieren alguna inversión y que la persona encargada de ese trabajo realmente sepa lo que está haciendo.
Lo primero es elegir un servicio de alojamiento que ofrezca seguridad y rapidez. El alojamiento o hosting es un partición física en un ordenador administrado que representa un espacio disponible para una o varias páginas web. Es importante que el proveedor use discos de estado sólido (SSD) para que la conmutación sea totalmente electrónica y por consiguiente mucho más rápida. Los servidores antiguos en discos duros de aguja son más lentos y ralentizan el acceso a la página web.
Además, es muy importante que ofrezcan garantías de servicio y atención personalizada para que el webmaster pueda resolver cualquier inconveniente en tiempo récord. Una página que se “cae” con frecuencia, o que tarda mucho en cargar deja de ser visitada y lleva el proyecto al fracaso. Por eso es de mucha importancia que el servicio técnico sea rápido, fácil, gratuito y en español. Una vez que se tiene un buen hosting con soporte en español como este de Banahosting, los siguientes pasos tienen que ver con el software que usemos para confeccionar la web.
El software y los contenidos deben ser ligeros
Por regla general, hoy en día las páginas web se realizan con gestores de contenidos y plantillas. Entre los más populares está WordPress, que poco a poco se ha convertido en el estándar para la creación y manejo de los sites, portales y páginas en todas partes. Un buen webmaster sabrá que debe usar un gestor de contenido (CMS, siglas en inglés de Content Management System) que optimice la relación entre las necesidades de la página y el hosting para que el flujo de datos sea muy veloz.
Por último queda la elección del tema, que es básicamente una plantilla personalizable que asegura el buen aspecto de la página. En la medida en que esa plantilla se modifica y complica, es más lento el acceso a la web; por eso se recomienda alterarla poco y usar siempre imágenes u otros elementos como audios y vídeos muy ligeros. Los textos deben ser claros y neutros, fáciles de leer para personas de cualquier parte del mundo, independientemente de los usos del idioma en su región.
Cumpliendo estos pasos se habrá logrado lo más difícil, y esto depende en gran medida de la calidad de los servicios que se contraten para este fin. Claramente es una fase en la que no se deben escatimar recursos y en la que cualquier falla tendrá graves consecuencias para el éxito del emprendimiento.
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