Cuando la originalidad es tu propuesta de valor

La originalidad es una cualidad con la que no todo el mundo cuenta. Se requiere de creatividad, visión de lo que se necesita y mucha perseverancia para que eso que se visualizó llegue al público como se tiene pensado.

Si lo que te diferencia de los demás es ser el más barato, el que tiene más servicios, el que tiene las oficinas más grandes, los comerciales más guapos y el que regala el mejor vino en Navidad, tenemos que darte la mala noticia de que cualquiera de tus competidores puede imitarte en cualquier momento dejándote sin armas para competir.

Pero si el valor que aportas a los clientes es tu originalidad, la cosa no es tan fácil y puedes separarte de tus competidores para crear una marca indestructible.

¿Qué es exactamente una propuesta de valor?

Si quieres tener éxito cuando creas un negocio, es imprescindible definir qué puedes aportar a tus clientes que otros no pueden. Tu propuesta de valor es una frase que acompaña a tu marca que determina y distingue con claridad tu producto o servicio del de los demás.

La frase busca explicar por qué el producto o servicio es relevante, cómo mejora o resuelve la problemática el cliente, en qué lo beneficia y por qué deben comprarlo. La frase debe ser capaz de llegar a todo público con un lenguaje libre de tecnicismos.

No son propuestas de Valor

Ni los eslóganes, como las campañas publicitarias de algunas marcas reconocidas, ni los enunciados de posicionamiento. Las propuestas de valor le indican al cliente, a través de un tópico, el beneficio que obtendrá al comprarte a ti un producto o servicio.

Actualmente, todos los negocios de éxito tienen propuestas de valor que le permiten atraer clientes y aumentar ganancias.

La originalidad como propuesta de valor

Entre los emprendimientos más populares y que ha calado de manera positiva en la industria de la estética, está la fotografía de boda y la fotografía artística, en los que la propuesta de valor es la originalidad y no algo objetivo como en la mayoría.

No solo es un hecho que en este caso las estrategias comerciales requieren de mucha formación en arte y estar al día en las tendencias de moda, decoración y diseño; sino que a estas necesidades se suma el problema de no poder cuantificar en una frase lo que nos diferencia de los demás.

¿Serviría para convencer a un cliente una frase del tipo “Fotógrafos de bodas, la originalidad es lo que nos hace diferentes”? No serviría, porque la originalidad es algo subjetivo y el cliente debe poder comprobar esa originalidad. Una propuesta de valor del tipo “tráenos tu vehículo y te regalamos el cambio de aceite” es objetivo y fácilmente comprobable.

En el caso del ejemplo, como lo que te diferencia de los demás fotógrafos de bodas es algo subjetivo que no puedes plasmar en una frase, necesitas que tu propuesta de valor sea una muestra de tus trabajos. De esta forma, el cliente podrá decidir si merece la pena contratarte o no, y si eres tan distinto de los demás fotógrafos de boda o no.

Según palabras de Juan Gavira, conocido por ser uno de los fotógrafos en Castellón con más experiencia en bodas, el éxito de un negocio de fotografía nupcial depende directamente de la sensibilidad artística que se aplica al trabajo, y no de precios competitivos, servicios extra u otras propuestas de valor que funcionarían en la mayoría de sectores.

Juan afirma que los resultados están vinculados al profesional y no a la empresa, así que es un sector en el que las grandes corporaciones con grandes propuestas de valor no tienen mucho que hacer frente los profesionales libres con talento.

Las cifras dicen la verdad

No por depender del talento de otras personas, la fotografía de bodas es mal negocio. Un estudio realizado en la Barcelona Bridal Fashion Week por el profesor José Luis Nueno del IESE, asegura un futuro feliz para el sector nupcial, por lo menos para España, país líder que factura 1.246 millones de euros al año, creando 755.000 vestidos de novia que se venden en todo el mundo.

Ante la solidez de la industria nupcial, la fotografía de bodas seguirá calando con más fuerza. El deseo de plasmar un recuerdo artístico y de tener una experiencia original, son emociones a las que puedes apelar con una propuesta de valor gráfica que atraiga a los que buscan ser únicos.