No podemos evitar sentirnos atraídos por lo que sucederá en un futuro. Es cierto que nos aconsejan vivir el día a día, pero nuestra mente va un paso por delante y ahí entra en juego lo que ya se conoce como futurología. Pero en este caso, esas ganas de saber lo que pasará en unos años, no nos llevará a hablar de los videntes sino a un concepto más ligado con la ciencia que nos dejará un estudio conciso tras de sí.
Porque necesitamos hechos probados, que lleguen desde la ciencia con una base establecida y útil a grandes rasgos. Tanto, que hasta los gobiernos o las empresas puedan ponerlo en práctica para establecer un amplio estudio de sus mejoras y de su productividad a la larga. Desde luego, es un tema fascinante del que te aconsejamos no perder ningún detalle. ¡Comenzamos!
Qué es la futurología
A grandes rasgos, podemos decir que se trata de una herramienta que se basa en varios métodos de estudio a modo de investigación y ciertas bases informáticas para poder descubrir realidades a largo plazo. Por lo que no es en sí una técnica adivinatoria al azar como puede ser la clarividencia que todos conocemos. Para que se nos quede un poco más claro, esta última es la capacidad mental para poder percibir ciertos estímulos. Pero, por otro lado, la futurología se basa en estudios, métodos y demás conocimientos previos que, tras ponerlos sobre la mesa, nos puede acarrear cierta información a largo plazo, como hemos mencionado. Por lo que son más las diferencias que las similitudes entre ambas. Lo único que podemos extraer como idea común es que tienden a ‘ver’ o a descubrir aspectos sobre cosas futuras o próximas.
Aunque es cierto que el mundo de las ciencias ocultas tiene siglos de tradición, la futurología lleva desde menos de 70 años a nuestros pies. Aunque poco tiempo, relativamente, porque en este camino ha conseguido grandes pasos y aciertos. Porque ha conseguido captar la atención tanto en el mundo académico como en el empresarial y muchos otros. Quizás porque los estudios de la misma han propiciado nuevas opciones válidas de éxito en dichos campos. Se parte de unos conceptos o teorías que se estudian, se ponen en práctica y se van valorando los progresos, así como los pronósticos y los denominados estudios prospectivos, para que los resultados sean los idóneos.
Qué hace un futurólogo
Son las personas que se encargan de poder imaginar nuevos escenarios o situaciones que pueden llegar a ocurrir. Pero con imaginar nos referimos al hecho de contrastar diferentes posibilidades. Se dice que ellos no siguen los modelos matemáticos que pueden pronosticar las evoluciones de las situaciones, sino que se basan más en su imaginación o en la creatividad. Aportan más datos para saber si una acción puede llevarse a cabo o tendrá varias salidas. ¿Cuál es uno de los fines? El poder anticiparse a posibles problemas y obstáculos. Por eso es importante analizar siempre el presente como los resultados y datos que tenemos, para poder hacer un estudio aproximado de lo que está por venir.
¿Puede ser un trabajo complicado? Pues es cierto que eso de adivinar el futuro no es algo que pueda darse al 100%, en ninguno de los campos que tenemos en mente. Pero sí es cierto que gracias a toda la información y datos que se presenta en internet, siempre se conseguirán resultados o predicciones más sorprendentes que antaño y por ello se ha convertido en una de las grandes tendencias. Es decir, que serán las nuevas tecnologías las que también nos ayuden a anticiparnos a lo que puede ocurrir en un futuro. Los casos de simulación también son otro de los grandes ejemplos que siguen los futurólogos.
Por qué la futurología puede verse como ciencia
Lo cierto es que se habla de ella como ciencia desde que un profesor alemán la describe como tal allá en el año 1945. Dice de ella que se encarga de ver el futuro y con la publicación de un libro sobre dicha temática, unos años después, su arranque tuvo un gran impacto en el mundo académico. Ya que el mismo profesor la definía como una rama de la sociología. Durante la Segunda Guerra Mundial también se estableció un plan basado en esta idea, añadiendo escenarios y describiendo qué es lo que ocurría en cada uno de ellos.
A partir de ahí es cierto que el sobrenombre de ciencia ha estado ligado a numerosos debates, ya que por otro lado también la consideran un arte. Pero sí se mantiene como una rama de las ciencias sociales y también próxima a la historia. Ya que como sabemos esta se encarga de estudiar todos los acontecimientos a lo largo de los años hasta el presente. Por eso, su ‘continuación’ podría ser perfectamente la futurología.
Cómo se puede aplicar a empresas y gobiernos
Lo que comenzó siendo como una planificación de escenarios, dio paso a ser parte de las empresas y hasta de los gobiernos. Las primeras empresas en usarlos fueron las de energía, que comenzaron a estudiar sus planes a largo plazo. Una manera de evaluar ciertos planes y pensar en estrategias que tenían la finalidad del beneficio. Aunque es cierto que los métodos estudiados también tienen que valerse de un margen de error. Porque como bien se comentó a finales de los años 60: No solo estamos ante un futuro pleno, sino que nos podemos encontrar con varios. Las probabilidades aumentan, las opciones positivas y negativas, con salidas oportunas tienen que estar en cada uno de esos estudios. Esto hace que siempre haya un as bajo la manga y sea totalmente seguro ante empresas o gobiernos.
Pero, cuando llegamos a nuestros días, todos esos estudios todavía se completan un poco más. Porque tenemos herramientas más poderosas como es internet. Donde podemos hacer valoraciones de estudio a través de herramientas gratuitas y valorar lo que es una garantía de éxito, lo que sí importa, lo que los clientes esperan y valoran, etc. Es cierto que todos esos datos son de un largo estudio y a partir de él, se harán las valoraciones oportunas para hacer la predicción estipulada.
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