Es comprensible que, en plena época de crisis económica, la cual provocó la situación sanitaria y sigue afectando hoy en día a muchas empresas, las mismas quieran recortar gastos en la medida de lo posible. Sin embargo, hay algunos aspectos en los que no conviene escatimar, siendo un claro ejemplo el mobiliario de oficina.
Son numerosas las horas que los trabajadores pasan en la oficina, sobre todo estando sentados para realizar tareas con el ordenador. Es por ello que conviene que cada empleado esté a gusto, puesto que repercute en numerosos factores muy beneficiosos como los que iremos desgranando a continuación.
Mejora la salud
La diferencia que hay entre las buenas sillas de escritorio y aquellas que dejan un poco que desear es abismal. Desde las primeras horas ya se evidencia un gran cambio, del cual disfrutan los empleados.
En concreto nos referimos a una gran mejoría de la salud. Y es que permanecer sentado en una silla que haga gala de una buena calidad y sea confortable se traduce en, por ejemplo, decir adiós al típico dolor de espalda. El mismo acostumbra a surgir cuando se trabaja sentado en una silla que no es ergonómica.
De todos los aspectos de salud en los que benefician las sillas de oficina, el más importante de todos es sin duda alguna aquel que guarda relación con la circulación sanguínea. Teniendo en cuenta que en muchos casos los trabajadores se pasan horas sin levantarse, es fundamental que este mobiliario de oficina favorezca el retorno venoso para que no se produzcan molestias en el tronco inferior e incluso problemas de considerable gravedad.
Mayor productividad
Precisamente por la ausencia de dolores, lesiones y contratiempos en general el ausentismo laboral se reduce hasta límites insospechables. Y no es para menos, puesto que los empleados siempre se sienten bien en el entorno de trabajo.
La productividad se ve incrementada de manera muy notable a partir del momento en que la empresa pasa a tener muebles de oficina de calidad, los cuales también proporcionan otra ventaja importante que veremos más adelante. Pero, ¿cómo lo consiguen?
Básicamente dando pie a que los trabajadores estén cómodos cuando realizan sus labores profesionales. De no ser así desempeñarían las tareas con una mayor lentitud, pero todo lo contrario sucede al sentarse en una silla que recoge a la perfección la zona lumbar y mantiene las extremidades superiores descansadas con dos buenos reposabrazos.
Los mismos resultados se obtienen con otros muebles de oficina que también son importantes si lo que pretende la empresa es aumentar el nivel de productividad de sus trabajadores. Así lo demuestran las mesas y los archivos. Incluso el simple hecho de contar con taquillas metálicas en las que puedan dejar sus pertenencias evitará distracciones innecesarias.
Un mobiliario que dura muchos años
Hemos empezado analizando la situación económica actual, la cual hace comprender el por qué algunas empresas prefieren decantarse por un mobiliario de oficina más asequible y de peor calidad. Sin embargo, tarde o temprano ello acaba repercutiendo negativamente no solo en términos de salud.
Adicionalmente también nos referimos a la necesidad que surgirá al cabo de poco tiempo de renovar los muebles de oficina, ya que habrán acusado un gran desgaste o los propios empleados manifestarán las incomodidades que les trasladan las sillas, los escritorios, etcétera.
Por el contrario, adquiriendo un mobiliario que haga gala de una buena calidad, no habrá que volver a invertir en este tipo de productos para la oficina hasta que hayan transcurrido muchos años. Ello no es de extrañar teniendo en cuenta la gran durabilidad de la que presumen este tipo de conjuntos tan bien fabricados.
Imagen principal: Mohamed Hassan · Pixabay