El brasileño Ronaldo Tenorio se convirtió a sus 30 años en una de las personas más innovadoras del mundo, según una lista que cada año difunde el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos.
La razón es que él creó una aplicación para teléfonos móviles y tablets llamada Hand Talk, que permite la traducción simultánea de portugués al librás, es decir, a la lengua de señas que usan los sordomudos en Brasil.
La lista, que es publicada anualmente por el MIT se conoce como “35 Innovators under 35” (35 innovadores menores de 35), y Tenorio es el único latinoamericano en la edición.
Una aplicación muy complicada de desarrollar
El Hand Talk es una aplicación modelo, sumamente difícil de completar, dado que primero debe reconocer la voz, definir qué se ha dicho y luego expresarlo en forma de señas por medio de un personaje animado llamado Hugo. Es un paso más allá de lo que hacen los sistemas que toman dictado.
De hecho, es mucho más, porque el lenguaje de señas no se corresponde exactamente con el portugués ni con ninguna lengua hablada, de modo que tras el reconocimiento de la voz, debe efectuarse una traducción que permitirá al algoritmo decidir cuál es la combinación de señales que expresan de mejor manera las palabras dichas por el usuario.
Más impresionante aún es el funcionamiento opuesto, en el que la aplicación reconoce las señales hechas por el usuario, las interpreta y luego las pronuncia en portugués. En la práctica, Hand Talk es un intérprete de señas portátil.
El alcance de la aplicación es enorme: sólo en Brasil viven más de 10 millones de personas que sufren alguna deficiencia auditiva y pueden utilizarla. Además, sus familiares y amigos, así como los compañeros de trabajo seguramente estarán contentos de contar con esa herramienta.
El campo laboral puede crecer mucho para quienes sufren estas discapacidades al tener una forma encilla de comunicarse con personas que no conocen este lenguaje.
El éxito no sólo se mide en cifras de ventas
La invención de este brasileño quedó incorporada en el área de Innovaciones Humanitarias del listado del MIT y, aunque es poco probable que sea un éxito masivo de ventas, deja de relieve el enorme talento de Tenorio, quien seguramente será contactado por grandes empresas de software para trabajar en otros desarrollos. Ya un millón de brasileños usa la aplicación.
El próximo paso, según plantea el suramericano, será permitir la personalización de Hugo; poder cambiarlo de aspecto, de sexo e incluso las expresiones faciales para que se parezca un poco más a su usuario.
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