¿Por qué las empresas prefieren a los líderes en tiempos de crisis?

Líder en tiempos de crisis

Líder en tiempos de crisis

En épocas de abundancia, las empresas se preocupan únicamente por incrementar sus resultados, despachar más, crecer, sin cuestionar el modo en que sus capataces dirigen la empresa. No se preguntan si tienen jefes o tienen líderes.

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Los tiempos de crisis, en cambio, les hacen volver la cabeza hacia sus propios trabajadores y empezar a preguntarse cuál es el futuro de su empresa y qué tipo de personas son necesarias para alcanzarlo. Allí es cuando los líderes hacen su entrada triunfal.

 

Preguntas que hacerse

En este sentido, las oportunidades para el cambio del modelo de dirigencia empresarial van de la mano del cuestionamiento del desempeño actual de la empresa: ¿Por qué despedir empleados para recortar gastos, cuando quizá un modelo más eficaz de dirigencia pueda resolver el inconveniente? ¿Está la cadena de mando al día con las necesidades de la empresa? ¿Existe comunicación entre la cabeza y los pies de este cuerpo corporativo?

Todas ésas son preguntas que deben hacerse y que atañen directamente al modelo de gerencia. El 82% de los CEO españoles reconoce un preocupante déficit de cualificaciones en su empresa, y se propone mejorarlo de cara a los próximos tres años fiscales, de acuerdo al informe del año de Global CEO Outlook de KPMG.

“Los CEO están enfocados en transformar los modelos de negocio de sus empresas, empujados por el impacto de los cambios tecnológicos. Para ello, deben realizar una gestión de liderazgo que favorezca el compromiso de la plantilla y la adaptación al cambio”, explica el consejero delegado de KPMG en España, Hilario Albarracín.

 

Los modelos

Hay una razón por la cual el liderazgo joven da un mejor resultado empresarial que la tiranía del ordenar y mandar. No pocos estudios sobre el funcionamiento de la mente humana han demostrado cómo un trato irrespetuoso o policial de parte de los superiores genera cuantiosas cantidades de estrés laboral que repercuten no sólo en el desempeño laboral, sino directamente en la salud del equipo.

“Esta es la segunda enfermedad de mayor crecimiento en países desarrollados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El jefe es irrespetuoso, y no siempre se manifiesta en gritos. Mientras que un líder trabaja para sacar el máximo talento, y para ello debe haber respeto, confianza y motivación en su equipo”, afirma José María Gasalla, codirector del programa de coaching ejecutivo de la Deusto Business School.

Los rígidos estilos de dirección empresarial que se basan en jefes para vigilar a su propio equipo han quedado hace mucho delegados, ya que no son competitivos, desmotivan al equipo, y provocan la huida de los mejores trabajadores, que conscientes de su valía buscan pastos más verdes.

De hecho, atendiendo a un informe elaborado por el IESE las principales causas de ausentismo laboral refieren al estilo de gestión, a la falta de motivación de los empleados y a una mala calidad laboral, expresada en rigidez de horarios, falta de expectativas y grandes cantidades de estrés laboral.

Un defecto gerencial que, lejos de ser inocuo, costó 9.271 millones de euros a España en 2014, según las cifras de Adecco.

 

Más líderes, menos jefes

Estas premisas deberían ser suficientes para convencernos de la vital importancia del liderazgo y de la evaluación gerencial en el mundo corporativo, al punto de resultar un factor de incidencia fundamental en el rendimiento y por lo tanto la supervivencia en los tiempos críticos. La ficción de que la mano dura rinde frutos certeros ha quedado, de nuevo, demostrada.

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Author: Lean Mind

MBA (exchange), Entrepreneurship, Startups and VC - IE Business SchoolIE Business School. ● Full-time MBA, Business Administration and Management - The Australian Graduate School of Management (AGSM) @ UNSW Business School. ● Doctorado en Fisiología y Nutrición, Ciencias de la Nutrición - Universidad de Navarra.

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