En el mundo de los emprendedores ha aparecido una modalidad para financiar las empresas sin comprometerse a una entidad bancaria o un inversor agresivo. Se trata del crowdfunding; es decir la solicitud de fondos mediante participaciones no reguladas por entidades financieras u otros organismos.
Se trata de una modalidad en que la relación entre inversor y emprendedor es personal, pero también legal. Hay varias maneras de incorporar músculo financiero a la idea de negocios o a la empresa que se inicia.
En realidad, el crowdfunding es bastante antiguo: es la forma en que se han financiado cientos de empresas que no tenían posibilidad de un crédito bancario. La mayoría de las veces eran apoyadas por amigos o familiares de sus fundadores.
Las modalidades más conocidas de crowdfunding
Donación
Es común entre las causas que generan beneficios sociales, como los equipos deportivos, escuelas o iniciativas de artes, apoyo a desarrollos de salud, etc. Tienen como principal característica que el inversor no pide o espera nada a cambio. Es una simple contribución.
Recompensa
Es un modelo común cuando se invierte en alguien o algo que demuestra cierta autoridad en la materia; por ejemplo, un científico o un político. El inversor sólo desea obtener plusvalías, las cuales pueden ser publicitarias (en cuyo caso hablamos de patrocinio) o una parte de las ganancias.
Acciones
En este modelo los inversores adquieren fracciones de la empresa, con lo que se hacen socios de la misma y por consiguiente asumen, tanto un porcentaje de las ganancias como el riesgo de que las cosas salgan mal, en cuyo caso pierden.
Royalties
En este caso el inversor hace una compra de acciones, pero no espera exactamente la retribución correspondiente a su número de acciones, sino una cantidad fija.
Préstamos o crowdlending
Este caso es el preferido para los emprendedores que requieran hacer inversiones altas, como comprar alguna maquinaria, o quien requiere un respaldo económico como aval para cerrar un gran contrato. Es, en esencia, un préstamo con una tasa de interés sustancialmente menor a la de un banco.
Las ventajas de entrar al mundo del crowdfunding
La primera ventaja y la más evidente es que permite echar a andar la empresa sin necesidad de esperar la aprobación de un crédito bancario. El proceso de acceso al crowdfunding pondrá en contacto al emprendedor con nuevos inversores. Aunque no todos se interesen en el proyecto, al menos lo conocerán.
Otra ventaja es que en el proceso puedes enterarte de iniciativas similares a la tuya y mejorar el proyecto en función de ser más competitivo y tener las mayores posibilidades de éxito.
Siempre hay que pasar por un proceso en el que se debe dar acceso a los inversores a conocer el proyecto. Para esto hay plataformas web dedicadas al tema, a las que será necesario enviar el proyecto de la forma más detallada posible, para poder ofrecerlo al inversionista más apropiado.
Las plataformas valoran el proyecto y lo publican. Después sólo hay que esperar al cierre del proceso, tras el cual alguien de la plataforma informará de los resultados obtenidos.
Hay páginas que explican todo el proceso de crowdfunding con todo lujo de detalles y a las que es recomendable acceder para obtener más datos y prepararse de la mejor manera para obtener financiación.
Comparte esta información en tus redes sociales y verás como más de uno se anima a invertir sus ahorros en algún proyecto interesante. Recuerda, con muy poco puedes conseguir mucho si sabes apostar por la iniciativa adecuada.
