Vivimos en un mundo de búsquedas e investigaciones. Si acabamos de hablar con un potencial cliente o un emprendedor, es casi un hecho que el interlocutor está investigándonos. En alguna parte, alguien está colocando nuestro nombre o el de la empresa en un buscador y se está haciendo una idea de lo que podemos ofrecer… o no.
Cuando la gente se entera de esto el primer impulso es esconderse. Por más que cambiemos de nombre en Facebook, hagamos privado nuestro Twitter o borremos cualquier contenido cuestionable de nuestro historial, estamos tratando de tapar el sol con un dedo. Es como intentar quedarse callado para evitar equivocarse en una conferencia.
La reputación online no puede cuidarse estando en silencio; sólo puede cuidarse usando bien las redes sociales y tratando de cometer el menor número de errores posible. Aun así, del 75% de adultos que buscan su propio nombre en Internet, la mitad dice que los resultados no son positivos.
Esto tiene que ver con que otras personas pueden escribir lo que deseen acerca de nosotros; un competidor, un cliente molesto, las posibilidades son infinitas. Por lo tanto, la mejor defensa es un buen ataque.
Mantén limpio tu historial
La presencia personal es única y no se puede mejorar lo que no se conoce. Búscate a ti mismo en internet y ve qué aparece en las primeras páginas. Si hay material negativo o irrelevante ¿qué estás esperando? ¡Bórralo!
Ahora revisa tu historial completo de Facebook y Twitter y busca las cosas que pueden hacer daño a tu imagen. Una vez que el historial está limpio, ¡a hacer negocios!
Activarse en redes sociales
Esto es importante por dos razones: la primera es que los perfiles empezarán a escalar posiciones en los buscadores, la segunda es que es una forma efectiva de llevar tráfico a tu página web. Interactuar con la gente construye una audiencia y así se incrementa la influencia de tu nombre y tu negocio.
Registra tu nombre como dominio
Registrar un sitio web con tu nombre o el de tu empresa (como fulanodetal.com) es una de las mejores formas de seguridad online porque así nadie más puede comprarlo y usarlo en tu contra.
Pero no hay que dejarlo vacío. Construye una página web como una central de información acerca de ti mismo; sé tu primera fuente de información y no dependas de los demás. En poco tiempo ese será el primer resultado al buscar tu propio nombre en la red.
Asegura tu nombre en todas las plataformas sociales
Un website es genial, pero sólo ocupa una posición en los buscadores. Así que es importante que tu nombre también ocupe un lugar en Twitter, Linkedin, Facebook, etc. Una vez que hayas logrado conectarlos todos con un mismo nombre, optimízalos para que sean beneficiosos a tus intereses.
Publica contenido regularmente
Optimizar el website y las redes sociales sólo es la mitad de la batalla. Ahora hay que lograr que la gente te visite. ¿Cómo? Creando contenidos, artículos, textos de interés que lleven a la gente a ese espacio.
La meta es encontrar ese tema que la gente desea leer y en el que tu experiencia y liderazgo son útiles y aumentan la credibilidad y el valor de tu nombre.
¿Te parece útil esta información? Pues ya tienes un contenido interesante que publicar en tus perfiles.