Si solo tuvieras el tiempo que tarda en subir o bajar un ascensor para presentarle a un potencial inversor tu startup ¿qué le dirías? Eso es el Elevator Pitch. Presentar una empresa de manera breve, tratando de enganchar al interlocutor, requiere tener muy claro la esencia de los valores del negocio y lo que lo hace diferente de las demás.
Un Elevator Pitch no debe durar más de dos minutos. Es lo que se debe aprender a decir cuando das un estrechón de manos y te presentan a alguien. El Elevator Pitch no debe confundirse con la presentación de 5 minutos.
Lo que no debe faltar en un pitch
Ofrece un dato estimulante, que impacte. Puede ser numérico o de interés humano, un hecho atractivo pero que genere curiosidad en el interlocutor y, por supuesto, que tenga que ver con tu negocio; si no, no se trataría de un Elevator Pitch.
Después del dato generador de curiosidad, viene bien mencionar el nombre de la empresa y a lo que se dedica ¿Cuál es el producto que puede ser de interés a un potencial cliente o inversor? Todo de la manera más breve posible.
¿Qué puede diferenciar a su producto o servicio del de la competencia? ¿Cuál es tu valor añadido? Tiene alguna cifra adicional de impacto que pueda dar.
¿Qué quiere del potencial inversionista o del potencial cliente? Hay que dejarlo claro en pocas palabras.
Pida los datos de contacto y ofrezca una comunicación con prontitud. Entregue sus datos por cortesía pero recuerda que tú eres el interesado. Recuerde que en ese momento no te van a dar ni el capital de inversión, no te van a comprar el producto. Si hiciste bien tu Elevator Pitch te recordaran, y eso es lo importante.
Elevator Pitch: los buenos, los malos y los feos
- Los buenos: mencionan el producto o servicio y dicen cómo pueden ayudar al potencial cliente o inversor.
- Los malos: mencionan lo que ofrecen pero olvidan mencionar en que podría beneficiar al receptor del mensaje.
- Los feos: no mencionan a la compañía o al servicio ni cómo puede beneficiar al inversor.
No hay que olvidar que el Elevator Pitch no se debe improvisar. No es una charla casual en un ascensor o en un evento corporativo. Hay que escribirlo y practicarlo hasta decirlo con naturalidad. Un buen Elevator Pitch es la puerta de entrada para convertir sueños en realidades. Y sobre todo, en dinero.
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