Sin embargo, también hay quien sueña con montar una gran empresa cuya marca se conozca en todos los rincones del mundo, y son precisamente estos quienes en días venideros se llamarán emprendedores. Ellos, que cuando les llega la edad y la oportunidad, se embarcan en proyectos que llevan imaginando desde hace años y en los que ponen todas sus ganas e ilusión.
Ahora bien, ser emprendedor no es una tarea ni mucho menos sencilla. El camino hacia el éxito implica sortear muchas dificultades que pondrán a prueba la resistencia y la habilidad de cada uno para convertirse en quien siempre ha soñado. La pregunta es: ¿lo conseguirán? Pues antes de responder a esta cuestión, para aquellos que están decididos a dar sus pasos más certeros en el mundo del emprendimiento les recomendamos leer este artículo y asumir aquellos problemas que, inevitablemente, tendrán que solucionar poco a poco.
Las dificultades más frecuentes
Si preguntáramos a todos los grandes empresarios cuáles han sido sus piedras más difíciles de sortear en el camino, podríamos hacer una lista incontable. Sin embargo, parece que hay cierto consenso entre la comunidad de emprendedores en cuanto a ciertos inconvenientes que, en mayor o menor medida, todos afrontaron alguna vez.
Encontrar financiación
Tener liquidez para poner en marcha el proyecto y afrontar los primeros gastos es crucial. Incluso cuando se requiere una financiación mínima, contar con ella no será fácil. En cuanto a los bancos, su confianza en los emprendedores no suele ser demasiada, por lo que si acceden a prestar dinero, será con condiciones duras y una cantidad media o baja. En el ámbito de la financiación privada, tampoco resulta sencillo convencer a un inversor particular para que sea socio capitalista. Por esa razón es crucial tener planes económicos alternativos.
Ofrecer un buen servicio
Tanto si vamos a ofrecer un producto ya conocido como si es una novedad en el mercado, lo importante es demostrar a los clientes que nadie como nuestra empresa dará ese servicio. Conseguir la confianza de los compradores no es sencillo, especialmente si ya existe una competencia consolidada. De hecho, es frecuente tener que soportar esa captación mediante la bajada de precios, lo que dificultará la recuperación de la inversión. De un modo u otro, ese sacrificio es necesario.
Problemas en la gestión
Otra de las dificultades más comunes entre los emprendedores es la gestión. Toda vez que se ha conseguido poner el proyecto en marcha y la confianza de la clientela, la administración interna puede fallar por diversos motivos. Sean cuales sean, encontrar el origen y solucionarlo será capital, pues sin eso todos los esfuerzos iniciales habrán sido en vano. Si es necesario, una reestructuración puede ser una solución.
Soportar las cargas emocionales
Como muchos sabrán, ser emprendedor implica un esfuerzo en tiempo y dinero que puede repercutir en la salud física y mental. El cansancio se apoderará en muchas ocasiones de nuestro cuerpo, por eso es importante que establezcamos una disciplina y una rutina equilibrada que no juegue en contra de nuestra salud.
En el plano psicológico, el obstáculo más mencionado entre los empresarios es el trastorno de ansiedad, que nace como consecuencia de ese constante estado de alarma frente a los problemas iniciales que afrontan los emprendedores. Aunque no es sencillo, la ansiedad se puede superar y, de hecho, es un esfuerzo necesario para que las cargas del proyecto no acaben con nuestra salud. Algunos consejos para mejorar son:
- Buscar la ayuda de un psicólogo especialista en ansiedad: bien mediante una terapia presencial o con psicólogos online, nuestras emociones debemos tratarlas con un profesional que nos ayude a gestionarlas. Es más, incluso en los mejores momentos, muchos grandes empresarios cuentan con servicios de psicoterapia para evitar que el éxito y las obligaciones sean un inconveniente en su gestión del negocio.
- Adaptar nuestro ritmo vital: tener todo el rato en la cabeza el proyecto que hemos emprendido no siempre es buena idea. Desconectar es fundamental para evitar la saturación, que nos impedirá pensar con claridad y mirar hacia nuestro negocio con la misma ilusión de siempre. De lo contrario, corremos el riesgo de que todos nuestros esfuerzos se vuelvan en nuestra contra. Hacer deporte, salir a pasear, escaparse algún fin de semana, disfrutar de una buena cena… Cualquiera cosa que nos ayude a descansar será bien recibida.
- Nada de prisas: en muchas ocasiones la prisa es la principal causante del malestar, pues es a su vez generadora de frustración. Lo mismo que superar la ansiedad conlleva un tiempo, tampoco nuestro negocio podrá florecer de la noche a la mañana. Debemos tomar el tiempo como un regalo que se nos concede para disfrutar del camino hacia el éxito, del crecimiento de nuestra ilusión. Poder decir que nuestro emprendimiento ha dado sus primeros frutos ya es un gran logro, así que permitámonos el lujo de celebrarlo con el placer de seguir trabajando sin agobios.
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